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Verónica Galván: de la imagen a la acción y de regreso a la imagen

  • coleccionismoconte
  • 19 ago 2024
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 20 ago 2024

Para Verónica es importante tanto la imagen como la acción y las operaciones para articular ambos campos. Su modelo de trabajo comienza con investigaciones desde su entorno cotidiano y el territorio que habita: descubre signos, imágenes, objetos y materiales que modifica, desplaza o intersecta para hacerles decir nuevas cosas.


Verónica Galván "Rituales para desaparecer imágenes sagradas", performance, 2023.

Desde el punto de vista de la acción, manipula los materiales para conocerlos, para procesarlos e incorporarlos en pequeños rituales performáticos. Desde la imagen y los signos, sucede algo similar: no intenta construir imágenes, sino manipular aquellas que la cultura ha dispuesto en su territorio. Su repertorio de materiales está compuesto por cenizas de caña de azúcar, plantas y flores, agua, objetos de uso cotidiano como jabones, estampitas, manteles, piedras o regaderas. El trabajo habla de su paisaje, de su mundo cotidiano y, a través de él, se autorretrata.


Descubiertos los materiales y signos que más le interesan, comienza una tarea semiótica mediante la cual regresa una y otra vez sobre ellos para encontrar nuevos sentidos. Hay una redundancia activa en ese proceso que genera series de trabajos que se materializan en una gran variedad de soportes. La serie “Rituales para desaparecer imágenes sagradas”, por ejemplo, comenzó como un registro fotográfico de altares cotidianos en su casa materna, para luego desplazarse a objetos intervenidos y, finalmente, convertirse en acciones performáticas que derivan, a su vez, en nuevas imágenes. Verónica desdobla una idea o un signo base para transfigurarlos en otra cosa mediante operaciones que la llevan de la imagen a la acción y de la acción a la imagen. Todo su trabajo es procesual, nada queda quieto, nada sigue siendo lo mismo.


Verónica Galván "Rituales para desaparecer imágenes sagradas". Transferencia sobre jabón en pan blanco, 11 x 6 x 3.

Podemos entender mejor esta forma de trabajo cuando comprendemos que, por su propia formación, conjuga dos tradiciones artísticas. Por un lado, se concentra en la imagen por sus estudios en fotografía y, por otro, propone un diálogo con la acción y el cuerpo por su interés en el performance. Dos códigos diferentes se articulan, se tensionan y, finalmente, coexisten en ese proceso. Intentaré dar algunas claves para abordar su trabajo refiriéndome a tres series: “Rituales para desaparecer imágenes sagradas”, “Cenizas” y “Estigma”.



Rituales para desaparecer imágenes sagradas


Como comenté más arriba, la serie “Rituales para desaparecer imágenes sagradas” nace de un registro fotográfico de los altares cotidianos que fue encontrando en su casa materna. Vemos en ese registro imágenes religiosas/sagradas dialogando con elementos ordinarios de nuestro día a día. Coloca especialmente el foco en las estampitas de vírgenes y santos en heladeras, canillas, azulejos, mesitas de luz, puertas o relojes, que fotografía marcando una tensión entre lo sagrado y lo profano, entre lo religioso y lo popular. Una hibridación, un mestizaje de la imagen que, como latinoamericanos, tenemos muy presente en nuestro cotidiano.


Verónica Galván. Serie "Rituales para desaparecer imágenes sagradas" 12 altares. Fotografía, medidas variables.

La acumulación y la sobreestimulación de las imágenes se entroncan con tradiciones y prácticas arraigadas en su familia: es de mala suerte deshacerse de las estampitas de los santos. La serie pudo cerrar de esa manera, pero la propia inercia del trabajo la llevó a indagar en otros formatos. La imagen se tornará objeto y luego éste, se tornará acción. Partiendo de ellas y mediante la técnica de transferencia, interviene pequeños manteles individuales, carpetas usadas para el desayuno diario, como un modo de acentuar la materialidad del proceso. Posteriormente los textiles serán intervenidos por la madre de la artista para agregarles una capa más de sentido y cerrar una pieza colaborativa.


Verónica Galván. Serie "Rituales para desaparecer imágenes sagradas", carpetas. Transferencia sobre textil, 2021.

Ese desplazamiento de la imagen al objeto seguirá acentuándose cuando utilice los propios elementos fotografiados para solaparlos, combinarlos y darle vida a una nueva fase del proceso. Sobre la base de uno de los jabones que pueden verse en las fotografías, aplicará una transferencia de aquellas estampitas de vírgenes que pululaban en esos altares cotidianos. El resultado nos deja un objeto anfibio, mestizo y de difícil aprehensión. La virgen de Urkupiña, de la Merced, de Guadalupe, la Desatanudos y otras, se muestran como una aparición, como una manifestación de lo sagrado en el mundo pedestre de una lavandera. Este último paso no era gratuito, sino intencionado: una acción estaba siendo fraguada.


El objeto resultante será utilizado para el diseño de una acción: los jabones estampados formarán parte de un “ritual” que consistirá en el persistente lavado de sus manos hasta lograr, infructuosamente, desaparecer esa imagen. La acción se plantea como una imposibilidad, como un gesto desesperado e inútil de desembarazarse de un signo profundamente anclado en el imaginario colectivo. Hay una tensión entre el deseo de la artista y la resistencia de la imagen, entre lo profano de la acción y una aparición que abre el universo de lo sagrado. El final de la acción nos deja con una imagen fantasmática y un objeto diferente al que dio inicio todo el proceso.

Registro del performance "Ritual para desaparecer imágenes sagradas", 2023.

Cenizas

No se puede armar un muñeco de nieve con ceniza del ingenio*


En octubre del 2023 Verónica se encuentra con Adrián Sosa y realizan un performance colaborativo en el que utilizan la ceniza de caña de azúcar como elemento unificador. Ambos artistas comparten un territorio similar, Adrián reside en Los Sosa, mientras que Verónica en Los Aguirre, ambos pueblos del interior de Tucumán caracterizados por la ruralidad y los sembradíos de caña de azúcar. “Inspirar/Expirar” fue un performance de unos 7 minutos donde ambos artistas utilizan la respiración y los soplidos para darle movimiento y entidad plástica a la ceniza que, desplazándose sobre la superficie de un mantel blanco, va dejando sus marcas para ofrecer una composición controlada por la respiración. Se produce un diálogo inquietante y sin palabras entre ambos que pone de manifiesto, en la cuasi insoportable atmósfera que provoca la ceniza, la ambivalencia de la industria azucarera que emplea, pero contamina. También se entronca con las historias familiares, las prácticas rurales en la lucha contra el avance de los incendios, la salvaguarda de las viviendas y un pasado y presente encarnado en los cuerpos, en la respiración, en las enfermedades crónicas.


Verónica Galván y Adrián Sosa, "Inspirar/Expirar". Performance, 7:30 min. aprox. en Fulana galería.

Pero la experimentación con la ceniza viene de mucho antes en el trabajo de Verónica quien ha utilizado ese signo como metáfora de su paisaje. En este sentido el paisaje no es sólo un marco de referencia geográfico, sino un conjunto de proyecciones, de deseos y recuerdos. Es el paisaje, pero no es sólo el paisaje, es el conjunto de vínculos sociales, de historias y herencias, de prácticas e ideas que estructuran el territorio por el que ella circula. Al hablar de su paisaje Verónica habla de sí misma. La ceniza se convierte en un elemento plástico que utiliza para sus acciones e incluso como material pictórico. Destaco en este punto “Respiración”, un videoperformance donde la ceniza es desplazada sobre un fondo blanco generando un sutil contraste entre la asepsia del paisaje y el símbolo inquietante de la ceniza que dirige nuestra atención hacia la “lluvia negra”, tan familiar para quienes habitamos el territorio tucumano.




Estigma


Por último, haré referencia a la serie “Estigma” que surge como una acción que pone en tensión por un lado, lo efímero de la materialidad con la perdurabilidad en el tiempo y, por otro, la dimensión procesual de la acción con la supervivencia de los objetos e imágenes.



En esta serie, recoge material vegetal de su paisaje, o de los paisajes en que eventualmente desarrolla su trabajo, para atravesarlos con una acción: el golpe sistemático de este material con una piedra para imprimir sus tintes naturales sobre una superficie textil. La acción es el elemento preponderante de la serie: los golpes con la piedra -persistentes y violentos- se opone a la fragilidad del material orgánico hasta que estos comienzan a dejar su imagen sobre el lienzo, extraídos a la fuerza. Flores, hojas, tallos, plantas del jardín o de la huerta quedan violentamente incrustadas en la tela generando una composición pictórica que comienza un largo proceso de deterioro. El material orgánico comienza su proceso de descomposición, efímero por naturaleza, se consume, se seca y finalmente se desprende de la superficie para dejar su imagen fantasmal sobre el lienzo que perdurará como obra. El trabajo es procesual: Verónica deja de trabajar directamente con su manos sobre la pieza, pero la obra sigue evolucionando y es ahora el tiempo el que va construyéndola.


En 2023 presentó “Supervivencias” muestra curada por Soledad Sánchez Goldar, en Fulana galería, que nos decía: “la acción se desvanece en el tiempo y en el espacio, sucede en la fugacidad de los márgenes del tiempo, sin embargo, la transmutación de lo interviniente en el acontecimiento prevalece, sobrevive a ese momento, persiste energéticamente en el cuerpo, en el espacio y en los objetos que intervienen”. En esa muestra, Verónica reunió vestigios de performances, objetos residuales que sobreviven a la acción que los produce y genera un archivo de esa experiencia. En el fondo, la reflexión de Verónica es también una reflexión sobre el tiempo.


Proyecto Colorimetría de un territorio- Curadora Residencia para Artistas, Temporada 27, 2024

Verónica Galván


Nace en Tucumán (Argentina), en 1979.

Licenciada en Artes (UNSAM), Profesora de Artes Visuales (EBA), Técnica Universitaria en Fotografía (UNT). Continúa su formación como alumna vocacional en el Taller C (UNT), residente en Curadora (2024), seminario Mil resonancias y un desborde coordinado por Pablo Sinaí (2023/24), Seminario de formación para artistas Poliniza Estudio Salta a cargo de Soledad Sánchez Goldar (2022), participante en Manglar coordinado por Andrés Labaké (2022), Taller de verano La Rural coordinado por Marisa Rossini (2021) y Taller de Estética fotográfica de Eduardo Gil (2020).


Obtiene la Beca de formación Fomento de las artes visuales- Ente de Cultura Tucumán (2023) y FNA (2021) y los premios Synergia (2023) y Mutua (2021) para proyectos expositivos otorgado por el Ente de Cultura Tucumán y Premio incentivo a la producción de artistas tucumanos (2020). Participa del XIV Premio Itaú (2023), 10° Bienal Argentina de Fotografía Documental (2022), Salón Nacional de Artes Domingo José Martínez (2022), IV Salón Regional del NOA Ing. Recalcatti (2022) y XLVIII Salón de Tucumán para el ámbito Nacional de Artes Visuales (2020). Expone regularmente en forma individual y colectiva: Inspirar/expirar, Fulana Galería (2023), Supervivencias, Fulana Galería (2023), Los trabajos y los días, Yu&Va Galería (2023), Estigmas, Consultorio (2022), Lluvia negra, Macova espacio de arte (2021). Vive y trabaja en Tucumán



*"No se puede armar un muñeco de nieve con ceniza del ingenio" es un nombre extraído de un texto del poemario de Gabi Olivé (Tucumán, Argentina)

 
 
 

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